Mi trabajo como psicóloga se basa en enfoques respaldados por la evidencia, principalmente el enfoque conductual-contextual y el cognitivo-conductual.

Desde la perspectiva conductual-contextual, acompaño a las personas a identificar los patrones de conducta y los contextos que mantienen su malestar, trabajando hacia una vida más coherente con sus valores y objetivos personales. Este enfoque pone énfasis en la aceptación, la flexibilidad psicológica y el desarrollo de habilidades prácticas para enfrentar el malestar emocional sin evadirlo.

Complemento este abordaje con técnicas del modelo cognitivo-conductual, centradas en reconocer los pensamientos automáticos, emociones y comportamientos que afectan el bienestar, para promover formas más adaptativas de pensar y actuar en el día a día.

En conjunto, estos enfoques permiten un proceso terapéutico activo, claro y orientado al cambio, donde el objetivo no es simplemente "sentirse bien", sino construir una vida con mayor sentido y dirección, incluso en medio de las dificultades.

En la primera sesión nos enfocaremos en explorar el motivo que te lleva a iniciar el proceso terapéutico. A través de preguntas clave, buscaré comprender el contexto de tu situación, cómo te está afectando emocionalmente y qué aspectos deseas transformar.

En las sesiones siguientes, trabajaremos en función de los objetivos definidos, aplicando herramientas psicológicas, ejercicios prácticos y reflexionando sobre aspectos relevantes de tu experiencia. El enfoque estará siempre adaptado a tu ritmo y tus necesidades, promoviendo un espacio seguro y colaborativo para tu bienestar emocional.

La psicoterapia me ha transformado tanto en el ámbito personal como profesional. A través de la autocomprensión y el desarrollo de la empatía, he aprendido a conectar genuinamente con los demás, mejorando mis habilidades interpersonales y de comunicación. Esta experiencia me ha enseñado a manejar el estrés y a ser resiliente, asegurando un equilibrio saludable entre mi vida profesional y personal. Además, ha reforzado mis valores éticos y mi compromiso con la integridad en mi práctica clínica, convirtiéndome en una profesional más competente y segura.