Soy una persona amable, empática y de actitud positiva, pienso que los pequeños cambios y esfuerzos del día a día pueden llevar a grandes cambios y a una mejor vida. Poco a poco el bienestar se puede alcanzar, y para esto confío mucho en el enfoque en el que he decidido formarme: la terapia cognitiva conductual.

La terapia cognitiva conductual tiene décadas siendo reconocida mundialmente por su aproximación cientifica al tratamiento psicológico y por su efectividad. Es una de las PBE (psicoterapias basadas en la evidencia), lo cual significa que su teoría y técnicas proceden de la observación e investigación cientificas, por lo cual justamente tiene una altísima efectividad para tratar distintos trastornos psicológicos, y ha sido comprobada por muchísimos estudios a lo largo del tiempo.

Por otro lado, en el consultorio me intereso mucho por lo que acontece con el paciente y su vida. Desde el inicio, la escucha atenta y participativa guía el proceso y me permite conocer a fondo su problema y por supuesto, su origen. Para atacar el problema desde su raíz, profundizo en sus pensamientos y ayudo al paciente a cuestionarlos y buscar alternativas más sanas. Al mismo tiempo, las conductas son muy importantes: busco que el paciente enfrente sus miedos, solucione problemas eficazmente, y organice su vida de manera que la conduzca hacia donde desea llegar. El trabajo combinado con pensamientos y conductas lograrán el cambio deseado y un bienestar emocional importante y duradero.