Como terapeuta, mi enfoque está basado en la empatía, el respeto y la profunda escucha. Creo firmemente en crear un espacio seguro y libre de juicios, donde mis pacientes se sientan escuchados, comprendidos y acompañados en su proceso. Mi intención es guiar cada sesión con sensibilidad, adaptándome a las necesidades y ritmos de cada persona, y siempre respetando su singularidad.

Ofrezco un espacio de escucha abierto, sin juicios y guiado por la singularidad de la experiencia de cada persona. En lugar de centrarme en la reducción de síntomas mediante técnicas estandarizadas, trabajo con quienes consultan para explorar las estructuras singulares que dan forma a sus pensamientos, conductas y sufrimiento. Cada sesión es un lugar donde la palabra tiene valor, y donde el objetivo no es adaptar al sujeto a las normas existentes, sino acompañar el surgimiento de su propia verdad y deseo.

En un proceso de terapia psicoanalítica, crearemos un espacio seguro y confidencial donde podrás explorar tus pensamientos y emociones más profundos sin prisa ni juicio. Mi rol como psicoanalista es acompañarte en este viaje introspectivo, ayudándote a descubrir y entender los aspectos de tu vida y personalidad que, en ocasiones, pueden estar fuera de tu conciencia pero que influyen en tu día a día.

A través de nuestras sesiones, indagaremos en tus patrones emocionales, experiencias pasadas y conflictos internos, abordando aquellas repeticiones o sentimientos que pueden estar limitándote. La terapia psicoanalítica es un proceso gradual y profundo, que se basa en el diálogo libre y la introspección

Esta frase “Ne pas céder sur son désir” condensa la idea lacaniana de mantener una fidelidad ética a aquello que nos constituye, al deseo propio, sin someterlo a las demandas del Otro.