La psicoterapia me cambió profundamente. No solo como psicóloga, sino como persona. Me enseñó a mirarme hacia adentro con honestidad y a abrazar mi propia vulnerabilidad. Gracias a la psicoterapia, hoy puedo sostener con más presencia los procesos de quienes acompaño. Sé lo que implica, y la valentía de quienes deciden pedir ayuda y comenzar un proceso terapéutico.
Mi compromiso por el campo de la psicología me ha llevado a especializarme como operadora terapéutica en adicciones, violencia basada en género, especialista en Terapia Gestáltica, Intervención en crisis, PNL (Programación Neurolingüística) y Brainspotting.