Autoestima - Complejo de inferioridad
La autoestima es un concepto complejo y multivariable.
Autoestima: Uno tiene el derecho, si quiere, a ser el centro de su universo pero no tiene derecho a ser el centro del universo.
La autoestima es un constructo teórico, complejo para pensar la clínica con pacientes. No es como un órgano del cuerpo humano que es tangible, palpable y visible. Lo pienso como una fuente interior que regular los conflictos que son inherentes a la vida. Del dolor, los duelos y el sufrimiento no escapa nadie, pero si hay diferentes formas de sufrir, diferentes grados y esas mismas formas están atravesadas, reguladas y amortiguadas por la autoestima.
La autoestima es el auto concepto, parte consciente, parte inconsciente sobre lo que pensamos, sentimos y actuamos en función de nuestra propia persona (nos cuidamos, nos respetamos, nos protegemos, somos capaces de decir que no a las agresiones del medio, a aquello que no tenemos ganas de hacer, QUE PERSONALIDAD BUSCAMOS PARA FORMAR PAREJAS, que rol ocupamos en el grupo de pares). Implica también no saberse completo ni perfectos, si no también asumir y detectar las propias vulnerabilidades, defectos y miserias. ACEPTAR QUE UNO NO PUEDE CON TODO Y QUE NO PUEDE CONTROLAR TODO. TAMBIEN ACEPTAR QUE UNO NO ES NI ABSOLUTAMENTE BUENO, ni bondadoso todo el tiempo. Tampoco MAGNIFICO EN TODAS LAS AREAS DE LA VIDA. Eso nos hace más sabios y ricos simbólicamente
Hay, y existe un concepto no sé si falso, pero si distorsionado y utópico de autoestima alta, que se ve mucho por doquier que es pensarla desde lo absolutamente fuerte, desapegado, decididamente autónomo y plenamente seguro de si mismo..
Eso es Falso. Una autoestima sana Implica también no saberse completos ni perfectos, tampoco impecables en todas las aéreas de la vida. Es decir tener un autoconocimiento más preciso de uno mismo y poder atreverse a compartir y a amar la vida. Poder dar cuenta de las zonas oscuras que nos constituyen. Una persona que se ríe de sus defectos, o puede hasta inclusive jugar con ellos; o que puede pedir disculpas: “la verdad me equivoque”, vale mucho mas la pena, y tiene mas valor al ser más honrado que alguien que vive arrojado en la arrogancia y en la soberbia del saber.
Ser capaz de hacerse permear por las sensibilidades de los otros. La autoestima sana es poder soportar los dolores, los sufrimientos de la vida sin derrumbarse. En parte dialógica y vincular, de ahí podemos pensarlo. ¿Cómo nos situamos ante los otros? Que roles cumplimos? Como nos sentimos frente al deseo de los demás? Cómo tomamos decisiones? Desde que criterio nos evaluamos? Desde que mirada nos evaluamos?
Ir en busca de logros, y tener la capacidad de disfrutarlos, en vez de evitar los fracasos. Hay personas que buscan mas aislarse o huir en vez de enfrentar los vericuetos de la vida. Como esos equipos que salen a empatar o no perder más que a ganar. Poder también tener la capacidad de entristecerse, de poner el sufrimiento en palabras, de escuchar a los demás. Asumir una cuota de sufrimiento y de detectar las propias vulnerabilidades. Reírse de nuestros defectos ….
Poder libidinizar el futuro, tener proyectos.
No solo el presente condiciona el futuro si no que el futuro condiciona el presente. Si mañana tengo un congreso, entonces hoy hago tal cosa u otra.
La autoestima baja tiene diferentes caras. La podríamos indicar cuando la vida y sus vericuetos duelen en forma excesiva: No sentirse seguro de actuar; compararse y competir todo el tiempo con los demás; cuando predomina la inhibición, cuando duelen desmesuradamente las críticas de los demás, cuando sufrimos de celos patológicos, cuando nos escondemos detrás de una mascara de soberbia y arrogancia: en resumidas cuentas, Cuando hay un sentimiento de fragilidad arduo. Hay personas que se esconden detrás de una imagen fuerte, pero debajo encontramos intensos sentimientos de auto desvalorización.
La BAJA ATOESTIMA TIENE DIFERENTES CARAS.
Hay personas que se sienten queridas pero no valoradas.
El amor propio, el cariño hacia nuestra imagen y la confianza.
La confianza no debe ser excesiva. Debe anclarse en el principio de realidad.
Lic. Facundo Minutella.