El Duelo Invisible: Por Qué las Decisiones Correctas También Son Tristes

Autor: Ana Pia Perotti , 21/09/2025 (213 vista)
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El Duelo Invisible: Por Qué las Decisiones Correctas También Son Tristes

​El texto argumenta que esta tristeza no es una señal de que nos equivocamos, sino la prueba del valor de lo que estamos soltando.

El Duelo Invisible: Por Qué las Decisiones Correctas También Son Tristes

​La vida a menudo nos presenta dilemas que no se resuelven con respuestas binarias de "bien" o "mal". Nos hemos acostumbrado a la idea de que si una decisión es "correcta", debe sentirse bien, debe venir acompañada de una sensación de alivio o de una felicidad inmediata. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, y la imagen que nos acompaña nos regala una verdad dolorosa y necesaria: “Las decisiones correctas también son tristes.”

​Esta aparente contradicción es un pilar fundamental en el camino del crecimiento personal. La tristeza no es siempre una señal de que nos hemos equivocado. Con frecuencia, es la prueba más tangible del valor de lo que estamos dejando atrás. Es el dolor que acompaña la pérdida, el adiós a una etapa, a una persona, a una versión de nosotros mismos o a un futuro que habíamos imaginado. Este es el duelo invisible de la decisión correcta.

Los Duelos de la Vida Consciente

​Como psicóloga, veo en consultorio cómo este duelo se manifiesta en algunas de las decisiones más valientes y necesarias:

  • Irse del país. Migrar es un acto de valentía y de búsqueda de un futuro mejor, pero rara vez es solo eso. Es también un profundo acto de duelo. Se llora la distancia con los seres queridos, la pérdida de un paisaje familiar, de una cultura, de los códigos sociales que nos daban seguridad y de una parte de nuestra identidad. La tristeza no es un lamento por un futuro incorrecto, sino el luto por el pasado que se deja atrás para poder abrazar un nuevo comienzo.
  • Dejar una carrera profesional. A veces, la carrera que elegimos ya no nos representa. El cambio de rumbo puede ser un acto de profunda autenticidad y de respeto a uno mismo. Sin embargo, este camino también está lleno de tristeza. Es el duelo por los años invertidos, por las expectativas propias y ajenas, por la identidad que teníamos ligada a un rol. La decisión es correcta, pero el dolor de soltar el pasado es real y válido.
  • Terminar una relación. Decidir terminar un vínculo, por más que sea tóxico o disfuncional, es una de las decisiones más difíciles que podemos tomar. El alivio por salir de una situación dañina se mezcla con la tristeza de la pérdida, la soledad y el duelo por las esperanzas que alguna vez se tuvieron. La tristeza no significa que la relación fuera buena, sino que el amor o la costumbre que existían eran reales, y ahora deben ser procesados.

La Tristeza como Brújula, no como Obstáculo

​La psicología nos enseña que las emociones tienen una función. La tristeza, en particular, nos invita a una pausa, a procesar, a honrar una pérdida. Cuando intentamos reprimirla, nos quedamos a mitad de camino, celebrando un nuevo comienzo sin haber cerrado el capítulo anterior. Y lo que no se procesa, se estanca en forma de resentimiento, ansiedad o vacío emocional.

​La tristeza de la decisión correcta es, en realidad, una señal de que estás en un camino de autenticidad. Nos dice que el cambio que estamos haciendo es significativo, que implica una pérdida real, y que estamos lo suficientemente conectados con nuestras emociones para sentirla. Permítete sentir el dolor. Honra lo que dejas ir. El camino a la sanación no es evitar la tristeza, sino abrazarla como parte de tu viaje.

​Recuerda: la valentía no es la ausencia de tristeza, sino la capacidad de sentirla y, aun así, seguir eligiendo lo que es mejor para tu bienestar. Tu crecimiento no está en la alegría constante, sino en la capacidad de navegar con madurez y compasión por todas las emociones que te traen tus decisiones.

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