Mi nombre es Camilo Nicolás Narváez, tengo 26 años, soy psicólogo clínico y bariátrico. Desde mi campo mi principal objetivo es lograr que mis pacientes adopten hábitos saludables y refuercen conductas positivas que fomenten un bienestar tanto físico como mental. Trabajar con pacientes que padecen obesidad o trastornos de conducta alimentaria me ha permitido tener una visión del mundo desde otra perspectiva. ¿A quién no le gusta comer? A nadie, sin embargo, no es lo mismo comer por hambre que comer por ansiedad o tampoco es lo mismo dejar de comer porque hemos obtenido saciedad a dejar de comer porque tememos engordar. Entender e identificar cuál es su caso nos permitirá lograr un abordaje terapéutico certero, confiable y duradero en el tiempo.

Trabajo desde la teoría cognitivo conductual y evalúo una serie de hábitos y conductas que presenta el paciente para garantizar su bienestar y minimizar potenciales riesgos. Así mismo, realizo una serie de evaluaciones para evaluar el estado emocional del paciente y su conducta alimentaria.

Para mí la psicoterapia ha influenciado profundamente en mi manera de ver las cosas, puesto que ahora me parecen importantes detalles que quizás hace un año ni siquiera lograba percibirlos. Me siento afortunado de poder ejercer la Psicología Clínica desde un campo que me apasiona y que me genera muchas expectativas para poder ayudar a mis pacientes a que mejoren su relación con los alimentos y por ende su estilo de vida. Trabajar con trastornos de la conducta alimentaria de ninguna manera es un camino fácil, pero trabajándolos de a poco, sin prisas y siendo muy cuidadosos en los detalles se pueden lograr resultados que antes del proceso psicoterapéutico quizás parecían imposibles.

La mejor manera de empezar bien el día empieza la noche anterior.

Juego ajedrez desde los nueve años, soy hincha apasionado del fútbol y amo salir a pasear en mi bicicleta.