Trabajo desde un enfoque de terapia cognitivo-conductual, acompañando a mis pacientes en el proceso de aprender nuevas formas de pensar, sentir y actuar, especialmente en casos de ansiedad, fobias, miedos y en temas relacionados con las emociones y la personalidad.

También utilizo la terapia breve centrada en soluciones, ideal para trabajar en conjunto con la familia —ya sea en pareja, entre padres e hijos o entre hermanos—.

Ambos enfoques me permiten generar un vínculo cercano con cada persona y lograr resultados muy positivos.

La psicoterapia ha sido un camino transformador para mí. Me ha permitido conocerme mejor, desarrollar más empatía y mejorar mis habilidades de comunicación, lo que ha enriquecido tanto mis relaciones personales como laborales.

También me ha dado herramientas para manejar el estrés y prevenir el burnout, ayudándome a encontrar un equilibrio más sano entre el trabajo y mi vida personal.

Además, ha fortalecido mi resiliencia y ha impulsado una reflexión ética constante, lo que me permite tomar decisiones más conscientes y alineadas con mis valores.

Gracias a este proceso, mis vínculos se han vuelto más significativos y he adoptado una mentalidad de crecimiento y aprendizaje continuo.