Un artículo lleno de herramientas psicológicas prácticas y humanas para ayudarte a atravesar los momentos de ansiedad y reconectar contigo misma desde el cuidado, la conciencia y la ternura 🤍
La ansiedad es una experiencia que muchas de nosotras conocemos de cerca. A veces llega de golpe, como una ola que lo cubre todo. Otras veces se queda en silencio, como un zumbido constante que agota. Puede sentirse como un nudo en el estómago, como un pensamiento que se repite sin parar, como una sensación de inquietud sin explicación. 😣
Y aunque es incómoda, la ansiedad también es una señal. Una forma en que tu cuerpo y tu mente intentan decirte: “Algo no está bien. Necesitamos tu atención.” 🫂
Este artículo no pretende darte una fórmula mágica, ni consejos vacíos. Quiero ofrecerte un espacio seguro, cálido y amoroso para explorar herramientas reales que puedas incorporar a tu vida, poco a poco, a tu ritmo. Porque a veces no necesitamos hacer más... solo volver a nosotras mismas. 💛
Lo primero es esto: no estás sola. Y lo que sientes no es una exageración ni una debilidad. La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante lo que percibe como una amenaza. Pero el problema es que a veces esa alarma se activa incluso cuando todo parece estar bien.
Tu sistema nervioso no distingue entre una emergencia real y una emoción intensa no resuelta. Por eso reaccionas con sudoración, taquicardia, nudo en la garganta, tensión muscular... El cuerpo se prepara para “huir o pelear”, aunque estés sentada frente al computador.
Y eso agota. Por eso, mereces herramientas que te ayuden a acompañarte con más comprensión 🫶
La respiración es una de las formas más rápidas de ayudarte a regular tu sistema nervioso. Y lo mejor: está contigo todo el tiempo.
Prueba esta secuencia cuando te sientas abrumada:
✨ Inhala profundo en 4 tiempos
✨ Sostén el aire por 4 tiempos
✨ Exhala lento en 6 tiempos
Hazlo 3 o 4 veces. Hazlo con los ojos cerrados, si puedes. Notarás cómo tu cuerpo empieza a bajar revoluciones. Es como enviarle el mensaje: “No hay peligro. Puedes descansar.” 🕊️
El journaling (escritura terapéutica) es una herramienta poderosa para acompañar procesos de ansiedad. A veces tenemos tanto adentro, que no podemos pensar con claridad.
Tomarte unos minutos para escribir sin juicio puede ayudarte a identificar lo que estás sintiendo, reconocer tus necesidades, y darte permiso para soltar lo que ya no necesitas cargar.
Aquí van algunas preguntas que pueden guiarte:
💭 ¿Qué siento en este momento?
💭 ¿Qué pensamiento me está rondando?
💭 ¿Qué necesito escuchar y no me estoy diciendo?
💭 ¿Qué parte de mí se está sintiendo insegura o sola?
No necesitas respuestas perfectas. Solo presencia. Solo escribir. Solo estar ahí contigo.
Un ritual de calma no tiene que ser complejo. Es solo una combinación de elementos que te ayuden a sentirte contenida. Puede ser algo sencillo, pero significativo:
🌿 Prepararte un té o una infusión
🌿 Encender una vela o un incienso
🌿 Escuchar una canción suave
🌿 Sentarte con una manta y cerrar los ojos
🌿 Poner una frase de afirmación: “Estoy haciendo lo mejor que puedo. Estoy aquí para mí.”
Puedes tener una cajita con estos elementos a la mano. Como un pequeño refugio para los días difíciles.
A veces no puedes hablar de lo que sientes. Pero puedes dibujarlo, moldearlo, pintarlo, romperlo y volverlo a armar. Eso también es válido. Eso también es autocuidado.
La arteterapia permite que tu mundo emocional se exprese sin necesidad de explicarse. Y eso libera.
Una práctica preciosa es crear una figura (como un corazón de yeso o arcilla), romperla, y luego reconstruirla con cuidado, decorando las grietas con dorado. Como recordatorio de que incluso con heridas, sigues siendo valiosa. 🌟
El cuerpo guarda todo lo que has vivido. Moverlo con amabilidad puede ayudarte a liberar tensiones acumuladas.
No se trata de ejercicio intenso (a menos que lo disfrutes). Se trata de conectar:
☁️ Una caminata sin celular, sintiendo el viento
☁️ Una clase de yoga suave o estiramientos
☁️ Bailar tu canción favorita sola en tu cuarto
☁️ Mover tus brazos como si dibujaras en el aire
No es por “estar fit”, es por reconectar con tu cuerpo como un lugar seguro.
Pedir ayuda no es rendirse. Es un acto de valentía. Un espacio terapéutico, un grupo de mujeres, un círculo de apoyo, incluso un club de bienestar emocional (como el que estamos creando en Mente Clara) puede darte contención, dirección y alivio.
A veces, solo necesitamos que alguien nos mire y nos diga: “Te entiendo. No estás sola. Esto también pasará.” 🌷
Volver a ti no es algo que logras una vez y ya está. Es una práctica. Es elegirte cada día, incluso cuando no tienes ganas. Incluso cuando te sientes lejos.
Volver a ti es:
🌼 No exigirte perfección
🌼 Reconocer tus límites
🌼 Tratarte con ternura cuando fallas
🌼 Abrazar tu ritmo, no el de los demás
Y si un día no puedes, no pasa nada. Lo puedes volver a intentar mañana. Estás aprendiendo.
Si llegaste hasta aquí, gracias. Gracias por darte este espacio. Gracias por elegirte aunque sea por un ratito. Porque lo que haces por ti, también transforma el mundo que te rodea.
Recuerda esto: no estás rota, estás viva. Y mereces sentirte mejor, poco a poco, con herramientas reales, con tiempo y con mucho amor.
Si hoy se siente difícil, quédate contigo. Toma un respiro. Y vuelve a empezar cuando puedas. Porque cada día es una nueva oportunidad de volver a ti 💫