Aquí podrás encontrar algunos tips para llevar adelante una vida más plena y saludable
En los últimos años y especialmente tras la pandemia de COVID-19, la salud mental ha cobrado una visibilidad sin precedentes. Ya no se limita solo al ámbito clínico, sino que se le reconoce como un componente esencial del bienestar integral y del desarrollo humano.
Por esta razón la salud mental también se ha convertido en uno de los temas centrales en la agenda del mundo laboral. Las organizaciones reconocen que el bienestar emocional es un factor estratégico, ya que entornos que promueven confianza, comunicación abierta y respeto, favorecen la toma de decisiones y el sentido de pertenencia, impactando directamente en mayor productividad y menos ausentismo laboral.
Pero es verdad que el ritmo de vida actual, las sobre exigencias laborales, entre otras cotidianeidades, generan altos niveles de estés y desgaste en las personas. Por ello se vuelve fundamental aprender a detenerse, reflexionar y priorizar.
Pero ¿Qué es salud mental?
La salud mental es un estado de bienestar en el cual la persona reconoce sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad.
No se trata únicamente de la ausencia de trastornos mentales, sino de un equilibrio integral entre las dimensiones emocionales, psicológicas y sociales del ser humano.
Este equilibrio permite gestionar las emociones de manera saludable, mantener relaciones positivas, tomar decisiones coherentes con los propios valores y adaptarse a los cambios y desafíos cotidianos.
La salud mental se construye y se cuida día a día a través de hábitos, vínculos y entornos saludables. Factores como el apoyo social, la estabilidad laboral, la autoestima y las condiciones del entorno influyen significativamente en su desarrollo.
Claves para cuidar tu salud mental
Cuidar la salud mental implica asumir una actitud activa hacia el propio bienestar. No se trata de eliminar las dificultades o emociones negativas, sino de un cambio de paradigma y de hábitos, desarrollando recursos para enfrentarlas de manera saludable.
Algunas acciones simples pero significativas que podrán ayudarte son:
1 Reconocer y expresar las emociones: poder identificar como te sientes y poder comunicarlo en un paso esencial para gestionar el malestar antes de que se intensifique.
2 Mantener vínculos saludables: establece relaciones basadas en la confianza, el respeto y la empatía, esto será una fuente clave de apoyo y contención emocional.
3 Cuida el descanso y tus hábitos de sueño: el sueño es un factor fundamental ya que es un reparador natural en tanto físico y emocional, es como resetearnos cada día. Te recomiendo: NO UTILIZAR pantallas para irte a dormir, aleja tu celular de la cama y déjalo cargando en otra habitación. Genera rutinas como acostarte siempre a la misma hora, realizar respiraciones conscientes o ejercicios de relación antes de dormir durante al menos 5 minutos.
4 Cambia tus hábitos actuales por hábitos saludables: ya hablamos sobre dormir bien, pero a esto le deberás sumar, alimentarte de forma equilibrada y en horarios regulares, manteniendo las colaciones necesarias entre el almuerzo y la cena. Realiza actividades físicas que favorezcan el bienestar y la regulación emocional.
5 Establece límites y equilibra las demandas: decir “no” es importante y deberás aprender a hacerlo, desconectar del trabajo y reservar tiempo para actividades personales ayuda a prevenir el agotamiento.
6 Busca espacios de recreación y diversión: comparte momentos de ocio, las actividades sociales son fundamentales para la salud mental. Promueve tu vida social, reúnete con amig@s y realiza actividades divertidas. La sonrisa es el mejor antídoto!
7 Busca ayuda cuando sea necesario: pedir apoyo psicológico no es un signo de debilidad, sino una muestra de autocuidado y responsabilidad personal.
8 Todos los días hay algo para agradecer: practica la gratitud, anota cada día algo por lo que estés agradecid@. Esto te ayudará a reconocer lo positivo y a valorar los logros cotidianos.
9 Lo que te dices importa: lo que te decís influye en cómo te sentís. Remplaza pensamientos negativos por mensajes de confianza y optimismo.
10 Fomenta la conexión contigo mism@: dedica tiempo a los espacios de reflexión, meditación o actividades creativas permiten reconectar con tus propias necesidades y valores.
Cuidar la salud mental es cuidar la calidad de vida.
¡Se trata de poder vivir con sentido, con bienestar y en armonía con nosotros mismos y con los demás
Fabiana Mancebo
Psicóloga y Coach