Me manifiesto como una persona observadora, empática, con gran habilidad de escucha, mirando siempre más talla de lo que la palabra manifiesta. Buscando siempre la validación, la comprensión y auxiliando a los pacientes a encontrar palabras para exponer su sentir. El acompañamiento debe ser preciso y de contención, me enfoco siempre en encontrar las maneras en que cada paciente recorra su historia encontrando lo que le ha sido distorsionado para reescribirlo.

Durante el proceso de formación he tenido la oportunidad de explorar partes de mi ser que estaban ocultas, me ha permitido conectar con mi lado más humano, aprendiendo a validarme y por ende tener la capacidad de validar las experiencias de cada uno de los sere humanos que me rodean. Comprendiendo que cada ser humano a pesar de tener formaciones culturales tiene un bagaje específico que le muestra el mundo y que la vida emocional no se rige únicamente por cuestiones fisiológicas sino también de en entorno, experiencias vividas, interpretaciones, conocimientos, condiciones materiales, entorno e incluso de qué se nute su cuerpo que cada una de ellas tiene influencias en la salud mental. La perspectiva de cada paciente es imprescindible para lograr los objetivos de la terapia.