Cristina Álvarez ha hecho un largo recorrido en el estudio de la condición humana, enfocando su curiosidad en el origen del sufrimiento y su resignificación. Atravesando en este viaje, diferentes perspectivas de lectura, abordaje y cuestionamiento.

Interesada por las humanidades, su primera aproximación fue en el Colegio de consultores y comunicadores en Semiología de la vida cotidiana, espacio que abrió un horizonte de posibilidades significativas para después, cursar en la Universidad Latinoamericana la licenciatura en Psicología clínica. Actualmente se encuentra en formación como psicoanalista por el Centro de estudios psicoanalíticos mexicanos, A.C.

Su interés en el desarrollo de la subjetividad y por dar un genuino espacio a la palabra (el campo de las emociones) la impulsó a ser fundadora de Épode”, una asociación civil que busca fomentar espacios de difusión para replantear el lugar del sujeto respecto a sus vínculos en lo profesional, familiar, social, entre otros que atañen a la vida cotidiana y plantear si es posible, nuevas cuestiones y en consecuencia, diferentes posibilidades que aminoren el sufrimiento propio del ser humano.

Reducir la manera en la que me ha cambiado o desarrollar una extensa explicación, implicaría en ambos casos, acotar la extensión que ha tenido para la vida misma la posibilidad inicial de acudir a un espacio de escucha en el que se han desarticulado los patrones limitantes que intervienen en la capacidad o incapacidad de proponerse ante la vida. Por ello, para mí la psicoterapia psicoanalítica ha sido además de una praxis, una postura y una ideología para estar bien, para estar mejor y hacerle frente a la complejidad que puede representar la responsabilidad de conquistar y sostener mis deseos.