Experiencia:
10 años
Idioma:
ES
Certificados:
4
Solicitó:
Administración
Distrito:
Colonia del Valle Centro
En línea:
$780
En persona:
$780
Duración:
60 min.
Dirección Nicolás San Juan
Distrito Colonia del Valle Centro
Una difícil pregunta, quisiera contestar desde la vivencia, pues al final es la que hace el diario de la memoria, si bien las reglas del juego para construir una escucha analítica tienen que ser convocadas y apelo a ellas constantemente con el afán de producir un espacio ético tanto por mi praxis como para el paciente que deposita su confianza en el mismo, es claro que esto no es lo único que se involucra para crear una escucha de esta índole. Atendiendo a la pregunta, entonces, diría que para mí, es una posición arrojada donde se devela cierta encrucijada entre el “corazón” y el hallazgo de la palabra que, a diferencia del poeta, la rima, la marcan las cicatrices de dicho corazón metafórico, expandido por la piel del ser, que se encuentra en su sufrir, recostado, no solo ahí en el diván, sino desde un prolongado tiempo convaleciente, sin aparecer propiamente así frente a su reflejo cotidiano. En ocasiones ha sido tal su sufrimiento, que parecen sujetos que han vivido a medias, casi a “costilla” de un dolor interno sin habla.
Hay corazones donde el bombeo solo se escucha desde un otro, como si el latir de uno dependiera del registro que siente el otro, en este estado la pregunta que aparece, es ¿cómo permitirse vivir sin oír el eco de aquel latido?, en el camino, la escucha que va más allá de la creación de un verso, sigue impulsando, propiciando ese latir para no morir en la inexistencia. Hay frases que conmueven, que parecen emerger con microinfartos del alma que permiten volver a nacer, hay veces que escuchar así, como el poeta y el psicoanalista, el mundo ya no se siente igual; pues ambos ya han tenido que volver a nacer, a fuerza de la historia, a fuerza del deseo.
Escuchar así no es cualquier cosa, pues como lo he dicho antes, está comprometido el propio corazón, pero al mismo tiempo, creo más que nunca, que en estos tiempos necesitamos vernos y oírnos más desde ese corazón, el que ya ha sido afectado, y no desde nuestros lugares comunes, pues estos son cada vez menos transitables e irritables para el latir de nuestra existencia. En este último sentido, el lugar análogo para el psicoanalista o quien se posiciona así, sería aquel que adopta un seguro intelectual, desembocando en atrofias de la praxis, como muchos autores ya lo han señalado. Por tanto, en la intimidad del consultorio, de esta maravillosa práctica, lo que resta es mantener la puerta abierta, pues se entiende que en esta “matria”, convocar al sufrimiento para ser atento, paciente y finalmente escucha-dos, siempre será parte fundamental de este espacio privado de experiencia única, para cada sujeto que atraviesa su propio dolor con su forma singular de ser re-creado ahí, con su historia y lo que empezará a hacer con ella.
titulada por la UAM xochimilco en Licenciatura en psicología
Maestría en Psicoterapia psicoanalitica por el Colegio internacional de educación superior. Titulada y cédula
Miembro del taller de investigación psicoanalitica
Seminarios en psicosomatica, fallas o patologías narcisistas, melancolía y sus diferencias con la tristeza, el cuerpo y su tratamiento psíquico, la Fantasía y sus fallas en los estados compulsivos,