Soy una persona con buena escucha, relajada y rigurosa en mi trabajo aunque evito las posiciones rígidas. Empática con mis pacientes, discreta y profesional. Soy abierta y puntual. Me gusta ser seria y dedicada en mi trabajo y tomo a cada paciente como un caso único y especial privilegiando la escucha porque con cada caso se pone a prueba toda la teoría.

Me ha cambiado profundamente. No sería como soy si no es por el psicoanálisis. No solo hablo de mi análisis personal sino de mi formación como psicoanalista en donde aprendí y puse en práctica lo obtenido de mi formación profesional y experiencia de vida. Conocí a muchos psicoanalistas con un profundo sentido de la ética y profesionalismo que fueron modelos a seguir en muchos aspectos de mi trabajo profesional. He tenido la satisfacción de perseguir y alcanzar mis metas durante mi formación y he aprendido mucho de la vida, las relaciones con los otros en mi escucha de mí misma y de los pacientes que he tenido porque ellos también han sido mis maestros. Tengo el privilegio de decir que estoy satisfecha y me encanta lo que hago y he encontrado en mi profesión muchísimas satisfacciones personales y de vida porque desde muy joven decidí formarme en este camino larguísimo de ser psicoanalista, escuchar al otro y aprender a estar con cada caso que veo. Es muy largo este camino y está lleno de experiencias, retos, lecturas y formas de ir articulando la teoría con la clínica. Es una pasión perseguida y tal vez nunca completada. Es un enriquecimiento constante y una realización personal y profesional . Es una posición en la vida.