Considero que la salud del alma, actualmente llamada salud mental, es el tesoro más grande del ser humano. Es inseparable de nuestra salud corporal, y su cuidado nos permite disfrutar de la belleza y el amor, como constituyentes fundamentales de la vida. He dedicado parte importante de mi vida a estudiar diversas perspectivas que me permitan ofrecer el mejor acompañamiento posible, en lo teórico y lo práctico, para que cada consultante pueda desarrollar herramientas propias que permitan buscar el valor y el sentido de su vida.

En el trabajo terapéutico es mucho más que diagnóstico clínico. Cada persona es única y tiene su propia necesidad terapéutica. Para este cuidado combinamos la psicoterapia con filosofía, para lograr un proceso efectivamente terapéutico, con herramientas que permitan continuar trabajando en la propia vida después del acompañamiento psicológico.

La psicoterapia me ha hecho una persona más humana y sensible a los procesos vitales de los demás, más comprensivo e interesado en escuchar. Poder acompañar a los consultantes me ha permitido constatar la importancia de la escucha activa, por sobre la teoría clínica.

Cómo quiero es donde voy

Filosofía, cine, vidas pasadas, neurociencias