Trabajo principalmente con un enfoque conductual y humanista. La terapia conductual se centra en identificar y modificar patrones de comportamiento problemáticos, ayudando a mis clientes a desarrollar nuevas habilidades y estrategias para enfrentar situaciones difíciles. El enfoque humanista, por otro lado, se basa en el respeto por la individualidad de cada persona y en la creencia de que todos tienen un potencial innato para el crecimiento. Este enfoque es especialmente útil para aquellos que buscan una comprensión más profunda de sí mismos y desean construir una vida más auténtica y significativa.

En cuanto a algo personal, me apasiona el arte y encuentro en la pintura una forma de expresión que complementa mi trabajo terapéutico. Esto me permite conectarme con mis clientes desde un lugar de creatividad y apertura, fomentando un ambiente de confianza y entendimiento mutuo.

La psicoterapia me ha permitido explorar y entender mejor mis propios pensamientos y emociones, mejorando mi autoconciencia y autoaceptación. He aprendido a conectar de manera más profunda con las experiencias emocionales de mis pacientes, lo que ha enriquecido mi capacidad de empatía y apoyo durante las sesiones. Mi experiencia personal en psicoterapia me ha llevado a cuestionar y ajustar mis enfoques terapéuticos, fomentando una práctica más consciente y adaptada a las necesidades individuales de cada paciente. Además, he adquirido técnicas efectivas para manejar el estrés y evitar el agotamiento emocional, lo cual es fundamental para mantener un equilibrio saludable en mi vida profesional y personal. Las habilidades de comunicación y resolución de conflictos desarrolladas en la psicoterapia han mejorado significativamente mis relaciones tanto profesionales como personales. Finalmente, la psicoterapia ha reforzado mi comprensión y respeto por la diversidad de experiencias humanas, promoviendo un enfoque más inclusivo y culturalmente sensible en mi práctica profesional.