Soy una psicóloga con formación en Psicología Comunitaria y Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), apasionada por acompañar a las personas en su camino hacia el bienestar emocional, físico y espiritual. Mi enfoque es integrador y holístico, ya que combino herramientas científicas, como la TCC, con prácticas complementarias como Ayurveda, biodescodificación y mindfulness, adaptándome a las necesidades y objetivos de cada persona.

Como especialista, soy cercana y empática, y valoro la importancia de entender a cada paciente en su contexto, respetando sus valores, experiencias y ritmo. Creo profundamente en el poder de las pequeñas transformaciones para generar cambios significativos en la vida.

Mi experiencia en psicología comunitaria me permite comprender cómo los vínculos sociales y el entorno influyen en el bienestar, mientras que mis conocimientos en Ayurveda me ayudan a ofrecer una perspectiva más completa que abarca mente, cuerpo y emociones.

Trabajo especialmente en temas relacionados con ansiedad, gestión de emociones, creencias irracionales, autoestima y procesos de adaptación o cambio, como migraciones o etapas de transición vital. Mi objetivo es que cada persona pueda reconectar con su fuerza interna y construir una vida alineada con sus valores y deseos.

Mi experiencia con la psicoterapia

La psicoterapia ha sido un antes y un después en mi vida. No solo me ha ayudado a comprenderme mejor, sino que también me ha permitido transformar aspectos fundamentales de mi forma de pensar, sentir y actuar. Antes de comenzar este proceso, solía sentirme atrapada en ciertos patrones emocionales y de conducta que no entendía del todo. Gracias a la psicoterapia, logré:

Identificar mis pensamientos automáticos: Entender cómo mis creencias irracionales influían en mis emociones y reacciones.

Conectar con mis emociones: Aprendí a escucharlas y aceptarlas como señales importantes, en lugar de reprimirlas o ignorarlas.

Romper ciclos repetitivos: Reconocer y trabajar en patrones de comportamiento que me llevaban siempre al mismo lugar.

Reconocer mi propio valor: La terapia me enseñó a desarrollar una autoestima más sólida y a ser más compasiva conmigo misma.

Transformación personal y profesional

Este proceso no solo impactó mi vida personal, sino también mi camino profesional. Decidí estudiar psicología porque sentí en carne propia el poder de este acompañamiento y quise ser una guía para otras personas que también buscan respuestas o herramientas para transformar sus vidas.

La psicoterapia me cambió al mostrarme que los desafíos son oportunidades para crecer. Hoy sé que cada uno de nosotros tiene la capacidad de reconstruirse y de avanzar hacia una versión más plena y auténtica de sí mismo.