Este artículo te explica cuando el estrés no es malo y cuando se convierte en dañino para el organismo
EL ESTRÉS NO ES MALO
El estrés o la ansiedad no son negativos, son sinónimos de activación y el organismo necesita de activación para funcionar, los eventos que suceden en el día a día que eventualmente pueden ser percibidos como un evento estresante, activan los sistemas reguladores (Sistema Nervioso Autónomo, neuroendocrino, metabólico e inmunológico) para así lograr un punto de ajuste y responder a las demandas del medio, hay que hacer énfasis en la percepción del individuo al evento, ya que existen las diferencias individuales, y la manera como se percibe determina el nivel de activación y la forma de responder.
El proceso que sucede en nuestro organismo para lograr la estabilidad se denomina Alostasis, se produce un aumento de los niveles de catecolamina, citocinas y el eje Hipotálamo-Pituitario-Adrenal (HPA), que son los mediadores de este proceso de adaptación que se traduce en un incremento de la tasa cardíaca, la presión arterial o la inflamación, por lo tanto la Alostasis es la capacidad del organismo de lograr estabilidad y permitir dar una respuesta en sintonía con la demanda encontrada, si por ejemplo voy caminando por la calle y me encuentro un tigre de frente, necesito que mi cuerpo se prepare para huir, hasta aquí vemos que las respuestas de estrés y la Alostasis son positivos, este estrés positivo es el que se conoce como Eutrés.
Ahora bien, la situación se complica cuando la situación estresante es prolongada en el tiempo y sobrepasa la adaptación que consiguió la Alostasis, es lo que conocemos como Carga Alostática, y es aquí cuando hablamos de estrés negativo o Distrés, la activación sostenida en el tiempo de los sistemas reguladores lleva a uso excesivo y la desregulación de los mediadores de la Alostasis, produciendo una Carga Alostática que se puede manifestar en ira, fatiga, frustración, sensación de no tener el control de la situación, entre otros y pueden desarrollarse enfermedades como hipertensión, artritis, síndrome metabólico, enfermedades tumorales, etc.
Como podemos ver el Distrés afecta la respuesta inmunológica del organismo, cuando el estrés se convierte en Distrés es procesado en la corteza cerebral en el sistema límbico, esto produce en el hipotálamo la liberación de corticotropina (CRH), la cual activa la hipófisis o glándula pituitaria, produciendo una segunda hormona la adrenocorticotropina (ACTH), esta viaja a través de la sangre hasta las glándula suprarrenales estimulando la producción de glucocorticoides, entre ellos el temido CORTISOL, conocido como la hormona del estrés, todas las investigaciones han demostrado que en presencia del cortisol hay supresión de casi todos los parámetros de respuesta inmunológica.
Numerosos estudios en el mundo han demostrado que cuando el estrés es crónico (Distrés), pueden observarse cuadros depresivos crónicos que cursan con altos niveles de cortisol y pueden aparecer enfermedades infecciosas y hasta tumores cancerígenos.
Para determinar el Eutrés o Distrés y por ende la coordinación de la Alostasis, dependerá de la percepción del evento, la evaluación de amenaza por parte de nuestro Sistema Nervioso, específicamente la regulación prefrontal, amígdala e hipocampo, entonces, esta percepción y la movilización de estos mecanismos alostáticos están mediadas necesariamente por las diferencias individuales, tales como: historia, contexto, genética, creencias, etc. Las cuales determinan las formas de afrontamiento y la capacidad de resiliencia ante situaciones percibidas como amenazantes.
Conclusión: somo nosotros quienes tenemos el control de nuestra salud.