Me considero una persona entregada y comprometida en mis relaciones.
Me importa el bienestar y el equilibrio en las relaciones, la autoresponsabilidad y la consciencia.
Entendí que cada persona es una relación de sí misma dividida en tres partes, cuerpo, mente y emoción, que están en constante relación entre ellas. Por eso mi trabajo lo centro principalmente en encontrar un equilibrio entre los tres centros de la persona.
Ayudar a desarrollar herramientas que le permitan vivir a la persona con más coherencia e integrando cada parte de sí misma para un mayor bienestar y comprensión.
Para mí es muy importante transitar la capacidad de sentir que tenemos como seres humanos.
Sentir nos sana y nos ayuda a transformar el sufrimiento en posibilidades.
Cuando aprendí a pedir ayuda, apareció el verdadero cambio.
Dejarme acompañar por otro terapeuta, permitirme la vulnerabilidad acompañada, aprender de los relación terapéutica, me ayudó a mejorar mis relaciones con los demás, la relación conmigo misma y sobre todo entender donde estaban mis bloqueos y dificultades. El núcleo del dolor vivido en soledad solo se sana en presencia de un otro sin juicio y con presencia.