Mi formación en valores como el respeto, la honestidad y el compromiso se refleja en la atención hacia mis pacientes y en mi vida personal. Mi empatía y consideración hacia los demás me permiten entender sus necesidades y brindarles el apoyo necesario. Como especialista, mi ética profesional es fundamental, siempre actuando con sensibilidad y responsabilidad. Mi compromiso con mi trabajo y con las personas a las que sirvo es inquebrantable, busco siempre el bienestar y la satisfacción de quienes confían en iniciar un proceso de psicoterapia.

Me ha cambiado en muchos niveles, el más significativo ha sido en mi atención en el presente, el nivel analítico de las situaciones y en la comprensión de la intervención de mi historia personal en cada una de mis decisiones. Así como conocer a mayor profundidad aspectos de mi mente tanto placenteros como displacenteros. Todo ello con la finalidad de mantener un bienestar psicoemocional y formar relaciones interpersonales en armonía.