¿Cómo para los pensamientos negativos?

Autor: Jennifer Allamano , 26/06/2025 (167 vista)
Depresión, Autoestima, Quemando
¿Cómo para los pensamientos negativos?

No detendrás tus pensamientos si no haces esto. Aprender cómo detenerlos.

Cómo reducir los pensamientos negativos y recuperar la calma interior

Tener pensamientos negativos es parte de la vida. A veces aparecen con más intensidad, y otras veces son más fáciles de manejar. Lo cierto es que con el paso del tiempo, sin darnos cuenta, podemos terminar muy cargadas de negatividad.

Sabemos que una mente pesimista puede causar grandes daños: ansiedad, estrés, depresión, insomnio… y también puede afectar nuestra autoestima, nuestro bienestar y hasta nuestra salud física.

En este artículo quiero compartirte algunas herramientas prácticas para ayudarte a contrarrestar esa espiral mental que a veces nos atrapa sin darnos cuenta.

1. Usa el mindfulness para conocerte mejor

El mindfulness es una práctica poderosa para cultivar el autoconocimiento, reducir el estrés, relajarte, cuidar tu energía y, además, disminuir los pensamientos negativos.

Existen dos formas de aplicarlo que suelo recomendar por su practicidad:

🔹 Meditación pasiva: Imaginate que tus pensamientos son como una película proyectándose frente a ti. No hace falta reaccionar, etiquetar ni involucrarte emocionalmente. Sólo observá. Esta técnica te enseña que tener pensamientos negativos no significa que debas actuar en base a ellos. Podés elegir no engancharte.

🔹 Mindfulness activo: Se trata de estar completamente presente mientras hacés tus actividades diarias. Estar atenta a cada movimiento y conectar con el momento. Un tip: elegí actividades que disfrutes, que sean agradables para vos.

2. Identifica tus pensamientos negativos

Poder reconocer los patrones negativos en tu forma de pensar es un gran paso para empezar a cambiarlos. Algunos ejemplos frecuentes:

Sacar conclusiones apresuradas: ignorar el contexto y asumir lo peor.
Catastrofizar: imaginar que siempre va a suceder lo más terrible.
Generalizar: pensar que todo siempre es igual o que “siempre me pasa lo mismo”.
Etiquetar: juzgar las situaciones como “buenas” o “malas” sin matices.
Vivir en el “debería”: exigencias internas basadas en estándares externos que no tienen que ver con vos.

3. Reformula esos pensamientos con más realismo

En lugar de negar lo que pensás, te propongo algo más útil: aceptá lo que estás sintiendo, y luego cuestionalo con amabilidad.

Aceptar no significa rendirse, sino dejar de pelear con tu mente. Y cuando aceptás lo que pensás, podés tomar distancia y replantearlo de forma más realista, menos dramática, más justa.

Podés ayudarte con preguntas como:

¿Qué tan real es esto que pienso?

¿Hay otra forma de interpretarlo?

¿Podría salir algo bueno de esta situación?

¿Qué me está mostrando de mí misma?

4. Mira tus críticas como espejos

Las críticas que hacemos a otros suelen decir más de nosotras que de las personas a las que se las dirigimos. Muchas veces, detrás de una crítica hay frustración, deseos no satisfechos o incluso aspectos propios que aún no hemos sanado.

Ser consciente de esto puede ayudarte a usar la crítica como una oportunidad de autoconocimiento. Eso sí: sin culpas, sin castigos. Con compasión.

Preguntate: ¿Qué me está diciendo esta crítica sobre mí? ¿Qué necesito? ¿Estoy cansada, molesta o insatisfecha?

5. Registra tus pensamientos

Hacer un seguimiento de tus pensamientos es una práctica sencilla, económica y muy reveladora. Podés hacerlo en una app, en tu celular, en una libreta o incluso en papelitos sueltos.

Te sugiero armar una tabla simple con estos ítems:

➡️ Pensamiento: el contenido específico

➡️ Fecha y hora

➡️ Importancia (1 al 10): cuánto te afecta

➡️ Etiqueta: área relacionada (trabajo, pareja, cuerpo, familia, etc.)

Al registrar, vas a poder observar con más claridad qué pensamientos se repiten, qué temas te afectan más, y así trabajar en replantearlos desde una mirada más amable.

Volvé a hacerte las preguntas clave que vimos antes:

¿Qué tan real es esto?
¿Existe otra forma de verlo?
¿Qué podría aprender de esta experiencia?

Para cerrar…

La mente humana tiende al negativismo como un intento de protegernos, pero a veces ese mecanismo se vuelve en contra. Por eso, no se trata de dejar de tener pensamientos negativos, sino de quitarles el poder.

Estas herramientas son simples pero muy poderosas si las aplicás con constancia. La clave está en insistir. Cada vez que vuelvas a caer, volvé a intentar.

Porque sí: transformar la mente también es un hábito. Y una muestra de amor propio.

✨Con cariño,
Jennifer

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